sábado, 7 de diciembre de 2013

"Avanzad, avanzad, ..."


Este poema de Mario Benedetti es una llamada a ser tú mismo. Una llamada a no resignarse, a alcanzar lo más humano que hay en cada hombre y mujer. En la misma línea de André Rochais: "Avanzad, avanzad,..."
 

NO TE RINDAS
No te rindas, aún estás a tiempo 
de alcanzar y comenzar de nuevo, 
aceptar tus sombras, 
enterrar tus miedos, 
liberar el lastre,
retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso, 
continuar el viaje, 
perseguir tus sueños, 
destrabar el tiempo, 
correr los escombros, 
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas, 
aunque el frío queme, 
aunque el miedo muerda, 
aunque el sol se esconda, 
y se calle el viento, 
aún hay fuego en tu alma 
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo. 
Porque lo has querido y porque te quiero. 
Porque existe el vino y el amor, es cierto. 
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, 
quitar los cerrojos, 
abandonar las murallas que te protegieron, 
vivir la vida y aceptar el reto, 
recuperar la risa, 
ensayar un canto, 
bajar la guardia y extender las manos, 
desplegar las alas 
e intentar de nuevo, 
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas, 
aunque el frío queme, 
aunque el miedo muerda, 
aunque el sol se ponga y se calle el viento, 
aún hay fuego en tu alma, 
aún hay vida en tus sueños 
porque cada día es un comienzo nuevo, 
porque ésta es la hora y el mejor momento. 
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Desde Zaragoza, Carmina García escribe una esperanzadora carta...


Carta al Tercer  Milenio

 

Querido Tercer Milenio:

Espero que sepas perdonar mi osadía, pero me ha dicho Concha Icardo que podía dirigirme a ti en persona para solicitarte –con todo respeto, eso sí- aquellas cosas que sueño para mi mundo, que es el tuyo. Así es que, sin más dilación, paso a realizarte mis peticiones.

En primer lugar quisiera que mientras estés con nosotros se produzca un gran cambio colectivo, de modo que, para los hombres y mujeres de la Tierra, cualquier forma de violencia se convierta en algo impensable, algo que nos asombre por extraño y ajeno, tal y como hoy nos sucede con el canibalismo. Cuando llegue ese día, ciertos departamentos universitarios podrán realizar análisis históricos acerca de las épocas en las que la Humanidad vivió guerras, secuestros, malos tratos, abusos a la infancia… Sí, sin duda al alumnado le costará sesudos esfuerzos comprender cómo fue aquello posible. Pobrecillos, tendrán que estudiar mucho.

También te pido que la Ciencia, imprescindible, bella y poderosa, emprenda un camino de humanización y sensatez para que sus avances sean respetuosos con la Creación entera. Te ruego que traigas la inspiración a quienes se esfuerzan por remediar el cáncer, la esclerosis, el sida y otros males físicos y psíquicos que nos causan dolor; pero te ruego, al mismo tiempo, que contribuyas a dotar de buen corazón y conciencia profunda a quienes se mueven en los sectores más difíciles que están a caballo entre la vida y la destrucción.

Me encantaría que durante tus primeros años resolviéramos el problema del reparto de bienes. Quizás, como eres pequeño, no entiendas lo que nos pasa; y no me extraña porque es rarísimo: algunas personas del planeta son inmensamente ricas y, sin embargo, cada día mueren miles de criaturas, de mujeres y hombres, de purita hambre. Sé que cuesta creerlo, pero te prometo que es verdad. Por eso te suplico que protejas y animes a todos aquellos y aquellas que desde la política, la economía, la enseñanza, las ongs, las fundaciones, y desde mucho rincones del mundo están comprometidos en lograr una justicia y un equilibrio entre los pueblos y las gentes que a todos beneficie; no solo a los más pobres, sino también a los potentados, porque no creas que a ellos les marcha demasiado bien (como tienen muchísimo, temen perder poder y su dinero y eso les hace polvo).

Bueno, resumiendo para no cansarte, lo que deseo para mi mundo es que todas las personas, de todas las razas, pueblos, lenguas y culturas, todos y todas, sin ninguna excepción, superen el umbral de la supervivencia y puedan empezar a vivir, para luego Vivir a pleno pulmón. Para mí ese Vivir se escribe con mayúscula porque me refiero a hacerlo desde el ser, desde esa hondura prodigiosa que todos poseemos y que nos hace únicos, irrepetibles, insustituibles y muy, muy hermosos. Ese es mi sueño loco, ¿sabes?: que cada persona descubra su ser, ese inmenso tesoro de amor y creatividad; que cada cual lo pueda conocer, saborear, ayudar a crecer y todo ello para dar su fruto encarnando sus propios talentos; que los seres humanos alcancemos la libertad, esa joya impagable que es la hija de la fidelidad a nuestra conciencia profunda, de manera que todo ser humano ocupe su lugar en el planeta, un espacio que le espera y quedará tristón y vacante sin su presencia. Entonces podremos paladear aquello tan cierto que decía Gandhi de que  “en el mundo hay sitio para todos”.

Alzados en nuestra dignidad, útiles para los demás, abiertos a los otros, aprendices incansables de las maravillas que anidan en nuestro interior y nos rodean, descubriremos que, más allá del color, de la nación, del idioma, del oficio, del sexo, más allá y más al fondo, un hilo de oro nos une a todos desde las entrañas por el mero hecho de existir, y, desde ahí, desde lo que nos entrelaza, hallaremos la reconciliación y la concordia. Los niños y niñas estarán deseando nacer para llegar a nuestro mundo que, abierto de brazos, mostrará una amplia sonrisa feliz al recibirlos.

Llena de esperanza y gratitud por poder conocerte, te saluda,

Carmina García Herrero, que te escribe desde Zaragoza

lunes, 18 de noviembre de 2013

"Seguimos... en Red". Un artículo de Andoni, voluntario PRH


SEGUIMOS... EN RED


 

La noticia sobre el hecho de que se iba a organizar un encuentro en nuestra zona me llegó a través de una formadora, pero posteriormente me llegó algún correo de otra persona que no la tenía registrada como “alguien de PRH”. Se trataba de una colaboradora con la que ya había coincidido en el congreso de Madrid. Me gustó mucho ser partícipe de lo que era para mí un nuevo ejemplo de colaboración y constatar con ello que esta red se va expandiendo.

El día del encuentro me coincidía con otro evento importante para mí, por lo que tuve que decidir sobre qué opción decantarme. Intuía que este encuentro podría ser un día muy vitalizante para mí, que me iba a servir para no “perder comba”. Lo vivido en el congreso de mayo en Madrid me llevó a concientizar que en mí hay una aspiración a colaborador con esta formación, que me encaja hacerlo cuando se me presenta la posibilidad y que, tras aquella experiencia, me siento además autorizado para hacerlo, ya que vi que yo también formo parte de esta red.

Por todo ello, me alegré muchísimo de que hubiera alguien, algún grupo, que hubiera tomado la iniciativa para organizar el encuentro. Presentía que supondría un punto y seguido de aquella experiencia, y así fue.

Al finalizar la jornada me quedaba la sensación de estar en GRUPO, y de pertenecer a él. Un grupo que, como tal, se comunica, comparte afecto, afinidades, inquietudes y busca cómo dar respuesta a las necesidades que se plantean de cara al objetivo principal de colaborar con PRH, para que este medio llegue a la mayor cantidad de personas y en las mejores condiciones posibles. Se me había planteado la posibilidad de ver que, además de lo que individualmente puedo aportar, existe un grupo con el que se nos pueden abrir nuevas posibilidades.

Me reconocí inmerso en una realidad nueva para mí: un nuevo grupo; el grupo de colaboradores-as de PRH de la zona. ¡Qué bien suena! Y la verdad es que me siento privilegiado de pertenecer a él. No sé cuál será el siguiente paso. Algunos ya sentimos durante el encuentro la necesidad de concretar algo más. Pero ya llegará. Por cierto, hoy mismo he vuelto a recibir un correo de una compañera que está creando una lista de correos de colaboradores-as de la zona, con el fin de facilitar la comunicación entre nosotros-as. Un medio que nos permita compartir nuestras ideas, preocupaciones, retos e iniciativas con fluidez. 

Parece que esto marcha y yo tengo ganas de caminar.

Andoni.

Fotos del encuentro de colaboradores mencionado que se celebró el 5 de octubre pasado:





 

lunes, 21 de octubre de 2013

Publicamos un artículo que nos envía Mª Felicidad Álvarez (Formadora PRH) sobre:


CUERPO Y CONCIENCIA 



El cuerpo humano es una maravilla que vale la pena contemplar, aunque estemos tan familiarizados con él que no caigamos en la cuenta de su complejidad por el número y variedad de células, órganos, tejidos interactuando al unísono de manera natural. Con frecuencia, sólo cuando algo falla o tiene problema recordamos con nostalgia lo bien que hemos estado, cómo nos ha servido y acompañado. Podemos detenernos a dejarnos sentir nuestro cuerpo en sus sentidos, en el latir de su corazón, en el ritmo de nuestra respiración; sentir su armonía, su belleza, incluso aunque no responda a los cánones de la moda imperarte. El cuerpo humano es bello en sí mismo…
 

El cuerpo es nuestro aliado para vivir y llevar a cabo las potencialidades y riqueza interior, que nos identifican. Sólo necesitamos detenernos un poco, pensar en cómo hemos llegado a la vida cada uno: por el cuerpo de una mujer, en el que anidamos unos meses, y que un día nos estrechó en sus brazos, nos alimentó, nos enseñó a andar; el niño juega con su cuerpo, estudia con su cuerpo; el cirujano opera con su cuerpo; el barrendero mantiene limpias nuestras calles con su cuerpo. Por medio de él nuestro ser se expresa y comunica. Expresa su alegría, su amor, su entrega, sus capacidades artísticas, pedagógicas, culinarias… Lo necesitamos para relacionarnos: para ver a las personas, sonreírles, estrecharles la mano, abrazarles, caminar a su lado, enjugar sus lágrimas, hablarles, desvelarles nuestra intimidad, nuestros proyectos, escucharles en lo que nos comparten…Lo necesitamos para contemplar las maravillas de la naturaleza, de nuestro mundo: ese paisaje apacible, la cascada fascinante, el mar que se pierde en el horizonte, tantas obras de arte que han atraído nuestra atención; con él escuchamos la música que nos embelesa..


La calidad de nuestra vida depende, en parte, de la forma como le tratamos, como le vemos, como respondemos a sus necesidades, como prevenimos y cuidamos su salud. El cuerpo nos da mucho. Aquí entra nuestra responsabilidad y compromiso, lo que cada uno podemos hacer por nuestro cuerpo, porque no es indiferente cómo vemos nuestro cuerpo, cómo nos comportamos con él, cómo respondemos a sus necesidades, cómo prevenimos y cuidamos su salud. No se trata, por supuesto, de endiosarlo y de vivir para él. Aquí es donde nuestra conciencia profunda viene en nuestra ayuda, esa voz interior que llevamos dentro y que nos indica lo que es coherente con quienes somos y lo que no lo es. Es inteligente aprender a escuchar esta instancia de nuestra persona en todo lo relacionado con nuestro cuerpo. Hacerlo nos llevará a respetarlo y cuidarlo como se merece.


Además, el cuerpo, nuestro cuerpo, nos “habla”. Escucharlo y tener en cuenta sus mensajes es sabio, porque nos dice la verdad de lo que vivimos, de lo que nos afecta, de lo que nos impacta; nos dice cómo estamos funcionando, lo que nos hiere y hace daño a todos los niveles de nuestra persona. Aprendiendo a descifrar sus mensajes podemos profundizar en el conocimiento de nuestras vivencias, de nuestros funcionamientos, de quiénes somos en nuestro ser.
 

Podemos ser amigos de nuestro cuerpo. El cuerpo es agradecido, muy agradecido: si le damos el descanso, el ejercicio, la alimentación que él necesita, su energía se renueva y podemos contar con ella para vivir nuestra misión…Como se nos dice en el libro “La persona y su crecimiento”: “Cuidar el cuerpo y gestionar sus fuerzas sobrepasa el mero bienestar corporal o la salud del cuerpo, aunque participe de ello y tenga toda su importancia. La gestión del cuerpo está estrechamente ligada a la finalidad existencial de la persona” (pág.103)

 

Mª Felicidad Álvarez

Formadora PRH

martes, 8 de octubre de 2013


“El ser humano se realiza en el encuentro con el otro”
 

Albert Jacquard, célebre genetista conocido también, por su compromiso social, compartía en la revista de PRH de diciembre 2001, algunas convicciones sobre el intercambio en la relación. Estos conceptos siguen estando hoy de actualidad.

Dar, recibir. ¿Qué es lo que se juega en ese doble movimiento, a la vez natural y complejo?

Albert Jacquard. Dar, recibir, es el mismo gesto cuya finalidad no es el intercambio de un objeto, sino que tenga lugar un encuentro. Es la definición misma del ser humano, alguien que se realiza en el encuentro con el otro. En términos de comunicación, también se necesita una puesta en común. Haciendo intercambios, tejo lazos. Este movimiento existe desde siempre. Las tribus primitivas intercambiaban a sus hijas cuando no había nada más. De ahí el tabú del incesto según Levy Strauss, ya que era necesario que el presente fuera precioso.
Llamo humanidad a los regalos que los hombres se hacen los unos a los otros desde que tienen consciencia de ser y pueden enriquecerse mutuamente sin límites.

El intercambio material, ¿sólo sería un pretexto?

A. J.: Sí, el pretexto para que todo lo no-material pueda ser compartido: miradas, sonrisas, ideas emociones, proyectos,... De hecho hay un intercambio de atención. “Miradme”, repite sin cesar el niño pequeño. Y el adora dar: ¡os regala vuestro retrato dibujado! Es el juego natural, necesario, el encuentro. Para que yo diga “yo”, hace falta que se dirijan a mi. Si nadie me mira, es la exclusión, el desastre. Se cuenta que entre los Galos, cuando alguien había cometido un error muy grande, no se le condenaba a muerte, sino a “ser ignorado”.

Sin embargo, ¿nuestra sociedad se ha vuelto bastante materialista?

A.J.: Esta sociedad, que se dice capitalista, ha pervertido el intercambio, ya que ha cogido como modelo la competición, dicho de otra manera el no-encuentro. No queda más que el objeto de intercambio... o los golpes. Toda lucha contra el otro es una calamidad. Cuando una perversión tal se introduce en el intercambio, desembocamos en los conflictos.

Denuncia sin descanso la competición...

A.J.: Hay que decirles a nuestros niños “espero que no seas jamás el primero”. Estar en competición, es querer pasar antes que el otro, eliminarlo, y desde ahí destruirse a sí mismo. Hay que eliminar la competición por doquier, incluido el deporte. Se puede practicar un deporte aplicando las reglas, en el respeto del otro, intentando batir su propio récord, mejorando uno mismo, pero llegar el primero no tiene sentido. En una etnia africana, cuando dos equipos juegan al fútbol, en cuanto un jugador mete un gol, lo intercambian por un jugador del equipo contrario. Al cabo de un momento, los equipos están igualados y se divierten. Existe también un equipo de rugby en Dakar que se llama: “A la porra la puntuación“. En los últimos juegos olímpicos, ¡una medallista de plata lloró! Al contrario, encontrar alguien mejor que yo, ¡qué felicidad, lo abrazo!.

¿Esto demuestra que recibir no es tan fácil?

A.J.: En mi familia burguesa, era duro recibir, porque uno se imaginaba que contraía una deuda. Una deuda, vincula, complica, hay que dar. Había todo un pensamiento subyacente muy desagradable, desconfiado: “¿qué es lo que buscaban cuando nos invitaban?”... Al ver las cosas así, uno se enferma. Saber recibir exige lucidez. Partir de la idea que el otro es mi fuente, me hace descubrir quién soy. Es mirando al otro cuando uno se reconoce como diferente. Sin embargo cada uno necesita ser único, excepcional. Si el otro es mi fuente, cada vez que yo lo hago mi adversario, me separo de mi mismo.

miércoles, 14 de agosto de 2013

No dudes en recomendar lo que a ti te van bien, aunque te parezca tan insignificante como un copo de nieve. Reproducimos este pequeño texto que puede aclarar bien nuestras palabras.


-¿Puedes decirme cuánto pesa un copo de nieve?
–le preguntó un colibrí a una paloma.
-Nada –fue la respuesta.
-Si eso es lo que piensas, que no pesa nada, te voy a contar una historia:
El otro día me posé en la rama de un pino, cerca de su tronco.
Hacía frío y comenzó a nevar mansamente.
No era una de esas ventiscas terribles que azotan los árboles y los retuercen dolorosamente.
Nevaba como un sueño, sin violencia, sin heridas.
Como no tenía nada que hacer, empecé a contar los copos que
caían sobre la rama.
Había contado exactamente 3.741.902 copos, cuando cayó el siguiente sin peso alguno, como tú dices y quebró la rama.
Dicha esto, el colibrí levantó el vuelo.
La paloma, una autoridad en la materia desde tiempos de Noé, se puso a reflexionar y, pasados unos minutos, se dijo:

“Quizás tan sólo sea necesaria la colaboración de una persona más para que la solidaridad se abra camino en el mundo”

(Kurt Kauter).

sábado, 10 de agosto de 2013


Apoyados en el inspirador texto de la canción de Macaco, subimos al Blog el video que se expuso en el Congreso de Voluntarios de Mayo 2013.
 
Y que le voy a hacer si yo amo lo diminuto..
Y que le voy a hacer si yo de pequeño encontré la fuerza de mi mundo.
Y que le voy a hacer si yo pienso que ellos y nosotros sumamos uno.
Y es que gota sobre gota somos olas que hacen mares.
gotas diferentes pero gotas todas iguales.
y una ola viene y dice:
somos una marea de gente, todos diferentes, remando al mismo compas.

 
Somos una marea de gente - Macaco

lunes, 29 de julio de 2013

Dentro del apartado "Fotos y Videos· hemos incluido el vídeo "Cadena de favores". Este vídeo se expuso durante el Congreso de Voluntarios Mayo 2013.

miércoles, 24 de julio de 2013

Mi experiencia en el Campus de Verano – Valle del Jerte – Julio 2013

Aún no acabo de llegar y ya estoy disfrutando, la aproximación al Valle del Jerte, me ha traído por dehesas de toros bravos, alcornocales, olivos, vides, embalses de agua cristalina, montes livianos etc. etc., que derrochan vida,  pero el valle del Jerte es otra cosa, es todo un repertorio de verdes, de gargantas con aguas frescas, cristalinas, aguas de salen de la propia tierra por donde menos lo esperas.
Y qué decir de las personas, son sencillas, acogedoras, accesibles todo un lujo para la relaciones. Todo esto ya te predispone para disfrutar, para entregarte, para darte a lo que realmente has venido, hacer un curso de crecimiento personal, un curso para conocerte más, para estar contigo y efectivamente, este ambiente lo favorece. La casa está en plena naturaleza lo que facilita las actividades complementarias que el Campus de Verano ofrece. Yoga, meditación, masaje, taichí, senderismo.
El día de la llegada ya tomé contacto con el senderismo, durante 2 horas aprox., pudimos andar, entre cerezos, higueras, robles, etc., y así tomar contacto con esta naturaleza viva,  nos permitimos coger alguna cereza, beber de las innumerables fuentes que encuentras en el camino  y sobre todo disfrutar al respirar un aire que de puro limpio parece que molesta a los pulmones.

 He recorrido varias sendas, no sabría decir cuál es más bonita, lo que si es cierto que la vida se derrama a cada paso que das, los robles crecen junto a los helechos, con una fraternidad que emociona. Luego poder remojarte en esas aguas cristalinas, frescas, pero no frías, reaniman el cuerpo, aportan vida, vitalidad, buen humor, te hacen ver la vida como el regalo que es.


Todo ello ayuda a adentrarte con más facilidad en el curso de formación PRH en el que me he inscrito. Yo he participado en el curso “La vida en mí y sus trabas”, que permite el conocimiento de sí mismo a través de la expresión creativa, es decir mediante líneas, dibujos, formas, colores… acceder a expresar tus sensaciones. Ha sido mi primera experiencia en este tipo de cursos, siempre había tenido reticencias por no saber pintar, por no saber usar las distintas herramientas de la pintura, por no saber hacer mezclas... cuando estás allí ves que nada de eso es necesario, lo importante es dejarte atraer por los colores, las herramientas que en ese momento mejor crees que pueden expresar tu sensación y dejar hacer, no se buscan obras de arte, el fin es que puedas sacar a la luz tus sensaciones con los colores que hoy mejor se adaptan a ella. Luego recoges por escrito lo que has querido plasmar en la cartulina. Los pasos de avance, en mi caso, han sido muy buenos. Me he entregado al trabajo con confianza, con el gusto de la puesta en verdad y con la humildad para aceptar lo  que hoy se me revelaba de mí.