El filósofo crítico con el Islam, Abdennour Bidar,
multiplica sus proyectos. Su objetivo: pensar acerca de cómo
ser "libres juntos". Para esto, puso en marcha un
movimiento, la Fraternidad General y escribió un libro, "¿Qué
valores compartir y transmitir hoy?" Retrato de un
artesano del vínculo que piensa sobre el lugar de la
espiritualidad en la sociedad.
"De pequeño, yo soñaba con convertirme en un
cazador en Canadá! dice
divertido, Abdennour Bidar. Todavía no he renunciado. Las montañas,
los grandes ríos ... siento una energía y una alegría creativa en la
naturaleza". A los 45 años, el filósofo de Auvernia se ha
vuelto parisino, multiplica sus incursiones en los medios de
comunicación, que le interpelan por su diagnóstico sobre el Islam en
nuestro tiempo. Un tema que ha ocupado gran parte de su carrera intelectual y
ha despertado su sentido de la responsabilidad "en
tanto que musulmán y pensador reconciliado".
Reconciliado. Una palabra elegida, ventana
abierta en su infancia en los distritos del norte de Clermont-Ferrand.
Abdennour Bidar Pierre es el fruto de dos culturas. Criado en la tradición sufí
por su madre, una médico católica que se convirtió al Islam y disciplinado en el
fundamentalismo de su padre adoptivo, cercano al movimiento Tabligh Berber
marroquí. Fue su abuelo, un granjero y antiguo resistente comunista, con
quien hizo sus primeras experiencias de espiritualidad sin religión:
"Encontró la trascendencia en la tierra y en el ser humano."
Una relación con la naturaleza que él ha transmitido. El filósofo
regularmente experimenta la urgencia de encontrarse con los paisajes de
Auvernia, donde es propietario de una pequeña casa, lejos del bullicio de la
capital. Un retorno a la tierra "volcánica y pujante" de su infancia.
Si quieres conocer más acerca de
este filósofo y su obra:
https://fr.wikipedia.org/wiki/Abdennour_Bidar. No existe la traducción en la Wikipedia en
español, aunque si en catalán. Su carta
abierta al mundo musulmán tras el secuestro y la ejecución del turista francés
Hervé Gourdel en Argelia y los atentados
a Charlie Hebdo ha tenido notable eco. En
esa carta pide al mundo islámico una autocrítica constructiva que lleve a una
reforma profunda, y lamenta que los intelectuales occidentales “han olvidado la
religión como motor de la civilización”.
Puedes acceder a ella en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5527407