jueves, 6 de octubre de 2016

LA HUMILDAD, ESA PALABRA


A propósito de mi trabajo en el GRAC VIVIRME HUMILDE Y DESARROLLO DE MI PERSONALIDAD, me permito compartir con todos vosotros/as, la gran revelación que ha supuesto para mí descubrir las verdaderas acepciones de la palabra Humildad, tan alejadas de las que aparecen en el diccionario de la RAE, en el que podemos leer:
Humildad. 1. Virtud que consiste en el conocimiento de nuestras limitaciones y debilidades y obrar de acuerdo a ellas. 2. Bajeza de nacimiento o de otra cualquier especie. 3. Sumisión, rendimiento.

Ante todas estas acepciones, me pregunto: “¿Quién podría amar una palabra portadora de “bajeza”?”

Quiero agradecer a PRH el que a través de este nuevo GRAC, que nos abre a la vivencia de la Humildad (término léxico que ahora se me impone escribir con mayúscula), haya descubierto otras acepciones bien diferentes de esta palabra, a la que desde aquí hoy yo, gran amante de las palabras, quiero humildemente hacer justicia, divulgándolas a través de este blog.
.
Humildad. Cualidad o valor del Ser, que consiste en lo siguiente:  1. Reconocernos en la verdad de todo lo que somos, sin quitar ni añadir nada, y nos impulsa a mostrarnos al mundo en nuestra condición más elevada, la de “yo soy el que soy, todo yo y nada más que yo”, permitiéndonos existir. 2. Soltar las armas, abandonar las resistencias y dejar que la Vida actúe y fluya libremente, sin juicios. 3. Darle un “sí” a la Vida. Decirle: “Yo confío y, por eso, te permito. Acepto”. 4. Cederle el poder a otro, que no es “el otro”, sino la Vida misma, la Fuente de todo. Porque la Vida sabe mucho mejor que nosotros lo que nos conviene. Porque esa Vida abarca todas las posibilidades, todos los caminos, y es AMOR y solo AMOR… Ello nos lleva a reconciliarnos con la Vida y con nosotros mismos, y nos aporta una gran dosis de paz y descanso5. Permitirnos ser en Libertad, sin dependencia de los juicios ni expectativas de nadie, y permitir que los otros y todas las demás “cosas” también sean con su libertad de ser; y no como yo quiero o las concibo. De este modo, la Humildad nos rescata de una posición de tiranía y nos conecta de nuevo con nuestra esencia. 6. Una apertura al Ser, que nos lleva a la acogida de la diversidad y a un amor incondicional y universal, de manera que en nuestro corazón hay espacio para todo y siempre queda más.

Estoy segura de que todavía falta que añadir. Esto (el GRAC) no ha hecho más que empezar. Pero, por de pronto, quede a través de estas líneas mi homenaje a esta palabra, tan grande y tan hermosa, que la RAE y otros nos la presentaron siempre cubierta de harapos. Estoy segura de que cuando entre todos la hayamos descubierto al completo, ya nadie querrá verla vestida de esa manera y le daremos un sitio en nuestra vida… y en nuestro corazón. 

Un saludo a todos/as
Ana María Santos


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.